¿Qué es la psicoterapia integradora y por qué puede ayudarte?
Quizá no te suene qué es eso de la psicoterapia integradora, ni sepas a que me refiero, ni mucho menos porqué la elijo. Podría decirte que es porque es más completa, más flexible y más actualizada… pero te voy a explicar como yo lo vivo:
Soy psicóloga, sí, pero también persona, e incluso paciente. Y como tal, sé que no hay una única forma de sufrir, ni una única manera de sanar. Por eso, a día de hoy no me restrinjo a utilizar un solo enfoque, porque no creo que sean sustitutivos sino complementarios. Y eso es precisamente de lo que se encarga la psicoterapia integradora, de integrar enfoques y herramientas.
De forma muy general y muy simple, se podría decir que existen estrategias terapéuticas que son como recetas cerradas: si tienes ansiedad, haces esto; si estás triste, haces aquello.
Pero las personas no somos croquetas: no hay una única forma de hacernos bien y de dejarnos doraditas por todas partes con la misma receta.
La terapia integradora me permite tener una especie de “mochila de herramientas”, donde voy a coger y ofrecerte en cada momento la que mejor se adapte a ti. A veces será algo más emocional, a veces más conductual, otras más centrado en el cuerpo, o en tus relaciones. Lo importante es que sea útil para ti, hoy, con lo que estás viviendo.
Yo no creo en hacer encajar a la persona en el método, sino en adaptar el método a la persona.
Como cuando compras un traje: no te ajustas tú al traje, el traje se ajusta a ti.
Eso sí: integradora no significa hacer de todo y de cualquier manera. Significa saber qué usar, cuándo, para qué y contigo. Todo esto siempre desde el plan de trabajo de la psicología basada en evidencia. Pero si una técnica de otra corriente funciona, ¿por qué limitarme a no usarla solo porque “no es de mi corriente”?
Así que si te animas a trabajar junt@s, yo me comprometo a escucharte de verdad, a adaptar el proceso a ti, y a caminar contigo con rigor, empatía… y si se puede, con alguna risa por el camino. Porque sanar también puede ser un poco más ligero.
En resumen ¿Cómo es hacer psicoterapia conmigo?
La psicoterapia integradora es una forma de acompañarte en tu proceso emocional que no se limita a una sola teoría, técnica o “escuela” de psicología. Al contrario: integra lo mejor de diferentes enfoques terapéuticos para adaptarse a ti, a tu historia, a tu momento vital y a lo que realmente necesitas.
Porque no todas las personas sienten igual, ni viven igual sus heridas, ni necesitan exactamente lo mismo.
Porque no hay una única manera de sanar, ni una única manera de acompañar.
Cada persona necesita una escucha y un enfoque únicos. Y eso es exactamente lo que hace la psicoterapia integradora: ajustarse a ti, no al revés.
Como psicóloga, elijo este enfoque porque me permite trabajar con libertad, profundidad y sensibilidad. Porque puedo conocerte sin filtros, acompañarte sin encasillarte, y ayudarte sin limitarme a una única herramienta.
Y lo más importante: porque confío profundamente en tu capacidad de cambio, aunque ahora no la veas.

¿Y ahora qué significa Kaihö?
En las vastas extensiones del océano, donde la luz apenas roza las profundidades, las ballenas nadan con una calma y libertad que parece inalcanzable. Su recorrido es antiguo, marcado por la sabiduría del tiempo y el instinto de encontrar equilibrio en un entorno infinito. Se mueven sin prisa, pero con rumbo y bajo una serena armonía entre la inmensidad y su propia existencia.
Es ahí donde nace Kaihō. Esta palabra japonesa encierra un significado esencial: liberación. Pero no cualquier liberación. Aquella que llega tras el proceso, aquella que surge de la aceptación de lo que yace oculto en las profundidades, aquella que nace de la decisión de soltar aquello que ya no es necesario y emerger con un nuevo sentido de claridad. Es una palabra que invita a un viaje interior, donde el cambio no es un destino, sino un movimiento constante hacia el equilibrio. Nuestro equilibrio.
Y nuestra libertad.
La sabiduría de las profundidades:
Las ballenas simbolizan mucho más que libertad; son guardianas de las profundidades. Habitan el océano, un espacio tan desconocido como nuestra propia mente. En su canto resuena algo que reconocemos: el deseo de comunicación, de conexión, de la búsqueda de significado, de la necesidad de ser escuchados.


Al igual que las ballenas, todos nosotros cargamos historias y emociones que nos acompañan en nuestro viaje vital. A veces, podemos sentir esas aguas tranquilas y acogedoras; otras, agitadas y desbordantes. Pero siempre hay algo más allá de las tormentas: un lugar donde la calma es posible, donde reencontramos nuestra esencia, donde aprender a nadar en libertad.
Kaihō es ese proceso de reconciliación con nuestras profundidades. No es un acto inmediato, sino un viaje: lento, profundo y transformador. Es un recordatorio de que en cada inmersión —por más oscura que parezca— se encuentra el potencial de emerger renovados, con una comprensión más plena de quienes somos.
El océano de nuestras emociones puede ser inmenso, pero no navegamos solos. Así como las ballenas viajan en compañía, guiándose unas a otras, también nosotros encontramos fuerza en el acompañamiento. La libertad no siempre significa avanzar hacia adelante sin un rumbo claro; a veces, significa permitirnos parar, y pedir ayuda para soltar lo que nos pesa.
En ese acto de soltar, de abrirnos a nuestras propias corrientes internas, encontramos Kaihō.
Al igual que una ballena que respira en la superficie después de un largo viaje, descubrimos que la libertad no es el final, sino un estado que construimos paso a paso, respiración a respiración.
Kaihō no es solo una palabra, es una invitación: a explorar, a soltar, a conectar con lo más profundo de ti mismo. A descubrir que, incluso en los océanos más inmensos, siempre es posible encontrar calma y libertad.